CPA FERRERE
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Un claro error de leche con IVA

Este es un claro ejemplo de una política tributaria desprolija. Pero la culpa no la tiene la DGI, sino el legislador.

Nos explicamos: La leche está exonerada de IVA por tratarse de un producto de primera necesidad, integrante de la canasta básica de alimentos. Obviamente se quiere que la leche llegue al consumidor al menor precio posible. De hecho, la leche es uno de los pocos productos que todavía quedan con su precio controlado desde la época de la hiperinflación y de la COPRIN.

La leche para el primer crecimiento -como su nombre lo indica- es la más apta para los niños hasta los tres años. ¿Por qué? Porque es una leche común a la que se le incorporaron vitaminas, minerales y otros nutrientes necesarios para el mejor crecimiento y desarrollo del niño.

Si queremos que la leche llegue al consumidor sin IVA por su esencial función alimenticia, con mucha más razón aún, deberíamos querer que una leche especialmente indicada para los bebés tampoco tenga IVA.

El legislador entendió que la leche saborizada no era merecedora de la exoneración de IVA porque el agregado de sabores era un ?pequeño lujo? que no merecía el sacrificio de toda la sociedad. Algo así como decir que si tienen dinero para comprar leche con sabor a chocolate, que paguen el IVA de la leche.

Y eso suena muy lógico y nadie podría cuestionarlo.

El problema es que a veces los sabores no se agregan por lujo sino por necesidad. Tal es el caso de la leche vitaminizada.

La leche vitaminizada tiene muy feo gusto. Un bebé nunca tomaría leche vitaminizada a menos que se le agregue algún sabor que oculte el de las vitaminas. Como ningún niño tomaría antibióticos si no se le agregan sabores al líquido. Pero ello no lo transforma en una bebida cola.

He aquí entonces el problema.

El legislador consideró que una leche saborizada no merecía la exoneración porque el agregado de sabor le hace perder a la leche su condición de artículo de primera necesidad.

Pero la leche vitaminizada es, sin dudas, el artículo de primera necesidad por excelencia. ¿Le hace perder tal carácter el hecho de saborizarla para volverla bebible, apetecible para un bebé?

No tenemos dudas de que la leche para el primer crecimiento (vitaminizada y saborizada) debería estar exenta de IVA. Pero no es labor de la DGI exonerarla, sino del legislador.

En año de ley de Presupuesto, esta es una buena oportunidad para corregir este claro error.

Por Marianela Russi