CPA FERRERE presentó los sectores atractivos para invertir en Paraguay y Bolivia
- 12.11.2018
- Regional
Leonardo Isoardi, socio de CPA Ferrere, indicó que las economías de Bolivia y Paraguay están en pleno desarrollo y ofrecen un panorama atractivo para los inversores uruguayos, donde la clave es la rentabilidad que ofrecen los negocios en estos países. Bajo esta consigna y con el propósito de dar a conocer las oportunidades de negocio para los uruguayos, CPA FERRERE organizó una conferencia donde expertos de la firma y empresarios de distintos rubros analizaron los sectores donde invertir y abordaron los requisitos legales para instalarse y crear una empresa.
Alfonso Capurro, gerente senior de CPA FERRERE en Uruguay, centró su exposición en la situación macroeconómica de los países y en cuáles son los principales rubros comerciales, para entender por qué son considerados actualmente buenas alternativas. “Son economías con un Producto Bruto Interno (PBI) de US$ 40.000 millones y con una perspectiva de crecimiento por encima del 4% en los próximos dos años”, apuntó.
El ejecutivo explicó que Paraguay es uno de los que tiene mejores balances fiscales en la región, con estabilidad de precios e inflación controlada, lo que constituye un “combo macroeconómico equilibrado”. “En Paraguay la estructura de exportaciones es primaria y está vinculada a los agronegocios, como en Uruguay. Mientras tanto, en Bolivia el 80% de las exportaciones son minerales e hidrocarburos, sobre todo gas”, expresó.
Por su parte, Pedro Ayala, gerente senior de CPA FERRERE en Paraguay, se refirió a las formas jurídicas bajo las cuales se puede operar en el país, destacando las Sociedades Anónimas (S.A) y las Sociedades de Responsabilidad Limitada (S.R.L). Ayala señaló las ventajas y desventajas de cada una y los requisitos para crearlas. “En Paraguay, por ejemplo, se requieren dos socios para constituir una sociedad, cosa que no ocurre en otras jurisdicciones”, apuntó.
El experto enumeró los principales tributos que tiene el país y puso énfasis en el IRACIS y el IVA, además de los incentivos que existen en la normativa para las inversiones. “Una cosa importante es que los directores o los gerentes generales tienen que ser paraguayos o extranjeros residentes en Paraguay, por lo que es necesario como paso previo iniciar los trámites de residencia, que llevan cinco meses”, explicó.
En tanto, el desarrollador inmobiliario Giovanni Masulli, que desde hace diez años se dedica al negocio enfocado en viviendas para la clase media en Paraguay, contó cómo es el mercado y cuáles son las oportunidades que existen teniendo en cuenta el crecimiento proyectado de la población para los próximos años.
Masulli señaló que ha habido un cambio habitacional de casas a apartamentos y que actualmente el país “tiene un déficit de un millón de viviendas”, por lo que existe un nicho importante a ser explotado. “Se deben construir 40.000 viviendas al año para satisfacer la demanda”, apuntó.
La población actual de Paraguay es de 7 millones y la proyección para 2032 es de un 20% más. De esa cantidad de personas, el 70% vivirá en zonas urbanas. Además, actualmente el 73,7% tiene menos de 34 años y migra desde el interior hacia las ciudades. “A Asunción, por ejemplo, le falta mucha densificación y el gobierno está incentivando a la gente a que venga”, apuntó Masulli.
El costo de un terreno en Paraguay es de US$ 400 por metro cuadrado y el de construcción oscila entre US$ 600 y US$ 700 el metro cuadrado. El periodo de obra en promedio es de dos años. Los apartamentos de uno y dos dormitorios tienen precios que varían entre US$ 55.000 y US$ 160.000. El retorno del alquiler es de entre 7% y 12%, mientras que de la reventa entre 20% y 30%.
Por otro lado, Pablo Ordoñez, socio de FERRERE en Bolivia habló de las posibilidades en ese país y dijo que ha crecido de forma sostenida en los últimos diez años, apalancado por la exportación de commodities.
“Paraguay ha visto la necesidad de replantearse el modelo de crecimiento, lo que ha dado como resultado nuevas alternativas y la diversificación de los componentes exportables. Hay una fuerte apuesta por establecer un efecto anti-cíclico generando demanda interna con inversión externa y desarrollo de infraestructura. Se ha lanzado una cantidad significativa de licitaciones para la construcción de carreteras, escuelas, hospitales en las que hay empresas uruguayas participando. También hay oportunidades en el sector de energía eléctrica para montar plantas”, apuntó.
Ordoñez contó que Bolivia tiene la reserva de litio más grande del mundo y ha formulado políticas de exportación, haciendo hincapié en la producción de baterías, “que son el futuro del transporte eléctrico”, por lo que “existen importantes oportunidades de inversión para empresas de ingeniería y tecnología”.
Por otro lado, Ordoñez explicó la diferencia entre crear sucursales y filiales de empresas en ese país, cómo es la tributación para emprendimientos agrícolas y cuáles son las normativas laborales.
Por último, Santiago Da Cunha, ingeniero agrónomo que administra 42.000 hectáreas de campo en Bolivia, donde se instaló en el año 2010, explicó las posibilidades puntuales para este sector.
Entre otras cosas, el empresario mencionó la evolución del valor de la tierra. Cuando ellos se instalaron en el país se podía adquirir una hectárea de campo por un promedio de US$ 130 y hoy la media es de US$ 500. Se proyecta que en diez años el valor de la unidad ascienda a US$ 1.200.