CPA FERRERE
CPA FERRERE

El Grupo Ferrere mantuvo la pujanza y el crecimiento pese a las dudas del mercado tras la muerte de su líder y fundador

En julio del año pasado, Ferrere Abogados y la consultora CPA Ferrere sufrieron el fallecimiento de su fundador, director y líder Daniel Ferrere. Tras el episodio surgieron ?dudas? en el mercado, algunas de ellas propiciadas por la competencia de la empresa, según el actual director del Grupo Ferrere, Nelson Mendiburu.

Desde entonces Mendiburu asumió un liderazgo ?un poco diferente? al de Ferrere, porque nadie lo puede ?sustituir?, pero manteniendo los pilares de la empresa. Aunque reconoció que su pérdida ?no es poca cosa?, el actual director aseguró que ?internamente? no había dudas? de lo que pasaría con la empresa.

En entrevista con Búsqueda, Mendiburu relató que, con la certeza de que tenían una empresa ?ordenada? y ?una calidad de recursos humanos muy buena?, empezaron por ?solidificar el convencimiento? de sus empleados y luego salieron a visitar a los clientes para contarles cómo se habían ?organizado?. Así, lograron cerrar el 2010 con un crecimiento del 20% y esperan culminar este año con una cifra similar.

Mendiburu habló también de las condiciones que presenta Uruguay en el marco del clima de negocios. Allí distinguió ?las diferencias que hay entre el Ministerio de Economía y el equipo económico? de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y el creciente ?corporativismo sindical? como dos de las principales inquietudes de los inversores.

¿Qué rol jugaba Daniel Ferrere dentro de la firma que lo hacía tan difícil de sustituir?

Daniel era el socio fundador de esta firma. Fue el que creó esta forma. Desde un par de abogados que tenían por el año 80, hasta las 160 personas que son hoy en el estudio, y que conjuntamente con CPA Ferrere somos unas 500 personas. Transformó algo muy chiquito en la mayor firma de servicios profesionales del Uruguay y también con algunas unidades fuera del país: tenemos oficinas en Bolivia y Paraguay. O sea que Daniel fue el fundador de la firma y fue quien lideró el barco hasta casi lo que somos hoy. Ya algunos cambios habían empezado algún año antes de su fallecimiento. Daniel ya estaba dejando algunos cargos de responsabilidad que estaba asumiendo yo en parte, como socio principal del Grupo Ferrere, y Andrés Cerisola como el socio principal de Ferrere Abogados.

¿Se llegó a sentir internamente la incertidumbre de qué iba a pasar con el grupo después de la muerte de Daniel Ferrere?

Nosotros nunca tuvimos dudas. Las dudas eran del mercado. Seguramente algunas genuinas porque a Daniel siempre se lo vio como el gran líder que era, por su personalidad, por su empuje, por su emprendedurismo. Otras fueron propiciadas por la competencia, que cuando pasan estas cosas aprovecha para generar dudas entre los clientes: ¿podrán estos seguir con el estudio, en la forma que tenían el estudio, ahora que les falta su líder? Pero nosotros internamente no teníamos dudas y ya habíamos hecho parte del proceso de transferencia de la gestión. Yo ya estaba en este cargo. En 2009 asumí funciones encargándome de a poco con la ayuda de Daniel, que había sido socio director de toda la firma desde el principio. También con la ayuda de Andrés Cerisola, que es el socio principal de Ferrere Abogados.

¿Cómo cerraron el año 2010 después de esos cambios y esa pérdida?

Lo terminamos muy bien, con un crecimiento de todo el grupo cercano al 20%. También venimos muy bien hoy: vamos a cerrar el año con otro crecimiento del 20%, que para un estudio tan grande como el nuestro es muy importante. Es fácil crecer cuando uno es chico. Cuando uno es grande, crecimientos en esos niveles porcentuales son muy difíciles de alcanzar.

O sea que la incertidumbre no afectó a la empresa?

Hicimos algunas cosas para contrarrestar las incertidumbres del mercado y el aprovechamiento que había hecho nuestra competencia. Nos propusimos ser mucho más cuidadosos en lo que era nuestra visibilidad pública: que la gente nos viera hacer cosas, que viera que el estudio se mantenía vivo y que se mantenía con toda la pujanza que le había dado Daniel, con el mismo espíritu emprendedor, con la misma agresividad comercial ? en el buen sentido de la palabra, con la misma calidad de producto que teníamos. Lo que ninguno de nosotros puede es sustituir el liderazgo de Daniel Ferrere. Hay un hecho que marca lo que representaba Daniel. Mujica a pocos días de haber ocupado su cargo lo vino a ver al estudio para pedirle asesoramiento en reforma del Estado. Nosotros hoy tenemos una firma creciendo, manteniendo todos los estándares de calidad y las políticas básicas de lo que habíamos definido liderados por Daniel. Nos falta Daniel Ferrere y no es poca cosa.

¿Cómo lograron mantener la imagen? ¿Con publicidad o cara a cara con los clientes?

Cara a cara con los clientes y con publicidad, pero no sacando avisos sino publicidad generando eventos, participando en eventos, haciendo trabajos que fueran públicos? A cada uno de nosotros se le asignó una función para que el mercado viera que manteníamos la misma pujanza de siempre. El año pasado abrimos la oficina de Punta del Este. Creo que es demostró que el estudio estaba vivo y seguía apostando al crecimiento.

¿Esa fue una de las claves para mantener el crecimiento?

Eso era lo que nosotros queríamos que el mercado viera. Internamente no había dudas de que teníamos un estudio ordenado, con una calidad de recursos humanos muy buena. Lo que queríamos era que el mercado viera lo que estábamos haciendo, que el mercado se convenciera de que el estudio no era sólo Daniel Ferrere. Si bien Daniel era la estrella del estudio, había mucha gente trabajando alrededor para que este estudio se pudiera mover. Teníamos, de todas formas, que solidificar el convencimiento de nuestra gente, porque dudas siempre se generan cuando pasa una cosa así. Eso se logró bastante rápido y creemos que lo que hicimos hacia afuera también estuvo muy bien. Nos encargamos del mercado local y del internacional. Viajamos mucho, fuimos a visitar clientes y estudios para contarles cómo nos habíamos organizado, para contarles las cosas que estábamos haciendo.

¿En este año 2011 qué resultados tuvieron?

El balance lo hacemos siempre a fin de año, pero venimos muy bien. Nosotros vamos haciendo análisis de cómo vamos periódicamente. El último análisis profundo fue a mitad de año, con el cierre del primer semestre. Ahí veníamos muy bien y con las perspectivas de cerrar el año de nuevo en el entorno del 20% de crecimiento.

¿El crecimiento se hizo más visible en alguna de las áreas del servicio de Ferrere?

Hemos crecido en todas las áreas. Seguramente puede haber algunos matices. En consultaría crecimos un poco más que lo que fue outsourcing, donde también crecimos. Yo miro todas las áreas y todas tienen crecimiento; puede haber matices. En el estudio de abogados también. Crecimos en las distintas áreas y servicios que presta el estudio de abogados.

¿Para el año que viene qué metas tienen?

Aunque todavía no tenemos esto definido, vamos a seguir apostando al crecimiento, al desarrollo de nuevos productos. También queremos darle un impulso a nuestras oficinas de Paraguay y Bolivia. Ahí está el estudio de abogados, pero ahora queremos generar CPA. Estamos buscando los líderes en cada uno de esos países para que lleven adelante ese negocio con la metodología que nosotros ya tenemos instalada acá, con las herramientas que tenemos, con los productos que hemos generado.

¿Ese es un proyecto para 2012?

Sí, es un proyecto para el año que viene.

¿Cómo evalúa la situación en Uruguay para atraer nuevos negocios?

Yo creo que hay algunos temas políticos que están afectando. En este momento de volatilidad y riesgos en el mercado internacional, que nosotros no cuidemos los temas políticos en definitiva termina influyendo en las expectativas de los empresarios.

¿Por ejemplo, qué temas políticos?

Las diferencias que hay entre el Ministerio de Economía y el equipo económico de la OPP. Por ejemplo, con el impuesto a la tierra. Para nosotros va a ser un impuesto ineficaz porque ni siquiera va a lograr que la concentración de tierra no se siga realizando y no va a recaudar algo que realmente mueva la aguja. U$S 60 millones, con todas las necesidades de infraestructura que hay, es muy poco. Lo peor es que se empiezan a discutir temas por los medios de prensa? Cuando se empiezan a hablar estas cosas y alguien dice por ahí que le quiere poner detracciones a las importaciones, o el propio impuesto a la tierra, o posiciones antagónicas entre lo que piensa el equipo de la OPP y el equipo del Ministerio, eso empieza a generar desconfianza en los inversores. Yo creo que hay un tema de sentido común. Los vientos están cambiando y es probable que empecemos a caer en cuanto a nuestros niveles de crecimiento. Entonces, no hagamos ruidos internos cuando ya hay suficientes ruidos externos que nos van a afectar.

¿Visualiza alguna otra preocupación en los inversores?

También hay que tener cuidado con los temas de corporativismo sindical. Por los acuerdos hechos hasta ahora, estimamos que va a haber un aumento del salario real para el año que viene de 4%. Esos temas también hay que cuidarlos. El corporativismo sindical ha adquirido fuerza. Está bien y era parte de las políticas del gobierno. Cuando llegaron decían que el péndulo estaba de un lado y ellos querían ponerlo del otro, por lo menos por un tiempo. Quizás llegó el momento de que el péndulo tienda a estabilizarse, porque también a nosotros los empresarios nos empiezan a preguntar por los temas sindicales. Ojalá eso se pueda llegar a entender.


Nota publicada en semanario Búsqueda en edición del día jueves 24 de noviembre de 2011.