CPA FERRERE
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Escenario económico 2024: el ciclo global, rebote de actividad local y desafíos del año electoral

Los economistas de CPA Ferrere Alfonso Capurro y Nicolás Cichevski presentaron la actualización de las perspectivas económicas para los clientes del Servicios de Análisis y Pronósticos Económicos de CPA Ferrere.

La economía uruguaya en el año electoral. “El 2024 será un buen año para la economía uruguaya, sobre todo un buen año para el consumo privado”, aseguró Alfonso Capurro. El consumo privado crecerá impulsado por el crecimiento del empleo, el aumento del salario real y el fuerte aumento de los salarios en dólares. Si bien la economía no habría crecido en 2023 (0,1% real), el PIB en dólares aumentó 12% en 2023 y seguiría aumentando en 2024, producto de la inflación en dólares. “Este tipo de procesos suele estar asociado con aumento de ventas en rubros de consumo durable como automóviles, vestimenta o electrodomésticos; sectores que podrían tener un año récord en 2024”. Además, CPA Ferrere espera que en 2024 se revierta la fuga de consumo hacia Argentina porque la brecha de precios se cerró. Esta es una diferencia importante respecto a 2023, es un shock positivo para la economía uruguaya que llega un semestre antes de lo esperado. Esto implica que este año bueno para el consumo también debería verse reflejado en los departamentos del litoral, en los comercios de frontera y en otras actividades de servicio que en 2023 se vieron perjudicadas por la fuga de demanda hacia argentina. “El gasto de uruguayos en Argentina el año pasado fue de USD 1.250 MM, casi USD 600 MM más que en 2022. Estimamos que esos USD 600 MM de gasto en exceso, este año volverían a la economía uruguaya”, señaló el socio de CPA Ferrere.

La contracara de este proceso es que la economía uruguaya está registrando un aumento de los costos de producción en dólares, agravado por un proceso de caída de precios de exportación. “Hay un deterioro en la ecuación del negocio de los sectores exportadores”, indicó. Asimismo destacó que, luego de un aumento transitorio durante la pandemia, hoy los precios de exportación de Uruguay están en el mismo nivel que en 2019, pero con costos de producción 25% más altos, y que además subieron más que en China, nuestro principal mercado de destino, y más que en el caso de Brasil, que es mercado de destino y también competidor. En definitiva, hay un nuevo equilibrio con deterioro de la rentabilidad y de la competitividad para el sector exportador, un equilibrio que si no se corrige podría afectar el dinamismo de la inversión y empleo de cara al 2025.

Pese al entorno desfavorable de los sectores exportadores, Capurro afirmó que las exportaciones de bienes crecerán en 2024 impulsadas por aumentos en soja y celulosa. Por eso, en 2024 la economía seguirá mostrando superávit externo, pese a que se espera una reversión de los flujos de Inversión Extranjera Directa. Este superávit externo continuará presionando el tipo de cambio real a corto plazo, sobre todo en un escenario en el que la política monetaria no tiene margen de maniobra para amortiguar el shock de precios internacionales. CPA Ferrere espera que la inflación se mantenga dentro del rango meta en 2024, pero rebotaría en 2025. Capurro afirmó que el Banco Central del Uruguay tiene poco margen para bajar tasas porque las expectativas de inflación a 24 meses están por fuera del rango meta, en un entorno de 6% a 6,5%. En ese contexto, y en un escenario en el que los riesgos externos se han diluido, CPA Ferrere ha venido corrigiendo a la baja sus supuestos de evolución del dólar, consistente con un escenario de tipo de cambio moderado en 2024, que difícilmente supere los $ 40 este año.

Finalmente, el 2024 será la primera vez que atravesaremos un año electoral con regla fiscal con tres pilares. “Será una prueba de madurez para el marco fiscal, en un contexto en el que tendremos poca holgura para absorber shocks, por lo que hay riesgo de incumplimiento en los 3 pilares de la regla en 2024”, destacó Capurro. Es una prueba y es una oportunidad para romper con la regularidad histórica, que muestra que en Uruguay en los años electoral hay un deterioro fiscal de 0,5% a 1% del PIB.

El entorno internacional. La novedad más relevante para Uruguay es la mejora de Argentina, que llega un semestre antes de lo esperado. Argentina atraviesa un ajuste macroeconómico severo, con ajuste fiscal abrupto, recesión e inflación elevada, que también implicó una corrección de precios que estaban fuera de sus relaciones de equilibrio, como el dólar oficial, los combustibles y la energía. Argentina está acumulando un fuerte “atraso cambiario”, y la brecha de precios con Uruguay se cerró antes de lo esperado. El economista Nicolás Cichevski señaló, a modo de ejemplo, que en setiembre de 2023 la nafta en frontera en Uruguay valía 3 veces más que en Argentina, pero hoy esa diferencia es de apenas 10%. Un proceso similar está ocurriendo con los precios a nivel agregado, por lo que Argentina ya no es tan atractiva para el turismo de compras. El escenario es frágil e incierto, por los desafíos políticos que implica lograr un acuerdo sobre las reformas estructurales y porque todavía no se conoce un Plan de Estabilización creíble y consistente, pero de todas formas lo relevante para Uruguay es que el ajuste de precios relativos vino un semestre antes de lo que esperábamos y eso es una novedad positiva para Uruguay en 2024.

Cichevski también destacó que los commodities recibieron un doble shock en 2022 y 2023: “El fuerte aumento de las tasas de interés en EEUU y la crisis COVID en China que, combinado, llevaron los precios a valores similares al 2019, antes de la pandemia”. En Estados Unidos la economía se muestra sólida y se despejan los riesgos de hard landing, al tiempo que la inflación se aceleró en los últimos 3 meses. Por eso, el recorte de tasas que se esperaba para 2024, se posterga y se reduce. A finales de 2023 el mercado esperaba un recorte de tasas de 150 puntos básico en 2024, ahora esa expectativa se redujo a la mitad y se postergó para el segundo semestre, afirmó Cichevski. Esto no es una buena noticia para los commodities, aunque Cichevski recordó que las tasas de interés afectan en mayor medida al precio de los metálicos y energéticos, mientras que el precio de los alimentos sufre menos por los cambios de condiciones financieras y es más sensible a la demanda de China, que luego de la crisis sanitaria se viene recuperando lentamente. “Las importaciones de China retomaron un crecimiento moderado en los últimos meses y los precios de las materias primas parecen haber encontrado un piso sobre fines de 2023”, concluyó.

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