CPA FERRERE
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La economía uruguaya: desafíos de una recuperación asimétrica

En el marco de la segunda reunión trimestral de clientes del Servicio de Análisis y Pronósticos Económicos, realizada en el auditorio del Edificio FERRERE, los economistas Santiago Rego y Gabriel Oddone disertaron sobre los cambios en el contexto internacional y su impacto en la economía uruguaya.

En primer lugar, Oddone hizo referencia al reciente repunte del crecimiento económico, caracterizando sus principales rasgos. Concretamente, destacó que la reactivación de la actividad es asimétrica y el impulso viene dado por el dinamismo de unos pocos sectores, destacándose el caso de Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones. Asimismo, por el lado de la demanda el crecimiento está siendo apuntalado por el consumo de los hogares y le demanda regional (en especial por servicios turísticos), reflejando que los factores que empujan la actividad en los últimos trimestres se parecen a los que predominaron en la década de los 90.

En cuanto al escenario internacional, Rego destacó la persistente debilidad del dólar, la cual, junto con las bajas tasas de interés, reflejan que el mercado no está internalizando la agenda ?pro crecimiento? que el presidente de Estados Unidos Donald Trump había anunciado durante su campaña. Asimismo, poniendo el foco en un horizonte temporal más amplio, Rego destacó la existencia de factores estructurales en las economías avanzadas que podrían estar explicando el menor dinamismo económico y el mantenimiento de niveles bajos de en el caso de las tasas de interés.

En este contexto, las perspectivas para las economías emergentes han mejorada en el último año, lo que contrasta con la dinámica bajista que signó el período 2011-2016. La combinación de lo anterior, con un mundo que permanece en pausa financiera ante la debilidad de las principales economías supone la renovación del atractivo por mercados emergentes. En este sentido, Rego destacó que las recientes emisiones de deuda en LATAM son una clara muestra de ello. En lo que refiere al desempeño de los commodities, la debilidad de demanda agregada predomina sobre el efecto del ?dólar débil?, limitando un repunte más pronunciado de los precios.

Por su parte, a nivel regional, Argentina consolida el tercer trimestre de expansión consecutivo en términos desestacionalizados, impulsado principalmente por la demanda interna. En este sentido, la inversión creció por primera vez desde fines de 2015. Sin embargo, la apreciación real tiene impactos sobre el sector externo. En efecto, la política monetaria contractiva combinada con el gradualismo fiscal generó entrada de capitales y por lo tanto, una apreciación del tipo de cambio real, lo cual explica el deterioro del saldo de Cuenta Corriente. Sin embargo, tanto la corrección parcial de los desequilibrios macroeconómicos como el repunte de la actividad no muestran aún un impacto significativo en la percepción personal de los hogares. En este, sentido, las próximas elecciones legislativas serán claves para el mantenimiento del rumbo económico; en caso de que el oficialismo no tenga éxito en las elecciones esto afectará la confianza sobre el desempeño macro y puede derivar en una salida de capitales, con efectos depreciatorias sobre el peso argentino. En cuánto a Brasil, la parálisis política continúa comprometiendo la recuperación, a pesar de evidenciarse una tenue mejora en el crecimiento del primer trimestre.

En el plano local, Oddone expuso los principales desafíos de la nueva coyuntura económica y las perspectivas para 2017 y 2018. En particular, señaló que se corrige al alza la proyección de crecimiento para ambos años dado un desempeño trimestral mejor al previsto, la relación de precios relativos con la región y un tipo de cambio real apreciado que sostiene la demanda agregada. De manera similar, la inflación proyectada se corrige a la baja, esperando que cierre el año dentro del rango meta. Esto permitiría recomponer la credibilidad sobre el objetivo inflacionario y genera una ventana de oportunidad para consolidar la desindexación de los contratos salariales en la próxima ronda de negociación prevista para 2018.

Sin embargo, también resaltó que a pesar de esos avances todavía persisten ciertos desbalances macroeconómicos relevantes. Por un lado, la recuperación asimétrica de la actividad se concentra en sectores con reducido impacto laboral, por lo que no se evidencia un repunte en los niveles de empleo. En segundo término, la cadena de pagos se ha tensionado, resultando en un aumento generalizado de la morosidad (que refleja la mayor fragilidad financiera de los hogares y empresas). Por último, el repunte en la actividad no se refleja en un incremento de la inversión: en este sentido, la importación de bienes de capital (proxy de la inversión productiva) se mantiene estable en valor, a pesar del incremento en el nivel de actividad.

De cara a estos desafíos, la presentación cerró haciendo foco en la política fiscal de cara a la próxima Rendición de Cuentas. En relación a esto, señaló que la política fiscal no ayuda a procesar fragilidades, el manejo de tarifas con objetivos amortiguadores fiscales deteriora la competitividad, pese a rebaja en pos de impulsar los sectores productivos. Asimismo, el aumento impositivo ligado a la Rendición de Cuentas afecta la eficiencia y no colabora como amortiguador de las fragilidades asociadas al ciclo. En efecto, si bien la Rendición de Cuentas no profundiza el déficit fiscal (el incremento del gasto por sobre los ingresos está financiado mediante innovaciones impositivas) tampoco contribuye al cumplimiento de los objetivos oficiales. En concreto, las proyecciones de CPA Ferrere indican una mejora de la trayectoria fiscal pero no en la magnitud necesaria para alcanzar las metas establecidas hacia 2019. Sin embargo, el crecimiento por encima de lo previsto contribuirá a estabilizar el ratio Deuda/Producto, alejando los riesgos sobre el grado inversor.