Mercosur y Unión Europea alcanzaron histórico acuerdo
- 02.07.2019
- Regional
- El contexto del acuerdo: En la jornada del viernes el Mercosur acordó con la Unión Europea (UE) los términos del Acuerdo de Asociación entre ambos bloques. Esto representa un hecho histórico en tanto el proceso de negociación se inició hace exactamente veinte años, en la Reunión de Jefes de Estados y de Gobierno que tuvo lugar en Rio de Janeiro. El acuerdo emerge en un contexto caracterizado por el creciente proteccionismo reflejado en la Guerra Comercial entre China y EE.UU, y por una elevada incertidumbre en torno al divorcio entre el bloque europeo y el Reino Unido, y por tanto, supone una señal alentadora para el libre comercio. Además, representa el primer acuerdo de gran impacto comercial que alcanza el Mercosur con terceros, siendo además, una de las principales potencias del mundo. La UE representa el segundo destino comercial, tanto para el bloque en su conjunto como para Uruguay. En concreto, en el caso uruguayo, las exportaciones de bienes hacia la UE representaron en torno al 18% del total en 2018. Durante ese año, los principales rubros de exportación fueron la celulosa (49%), la carne bovina (22%) y la madera (7%).
- Términos generales del acuerdo sobre acceso a mercados. El acuerdo Mercosur-UE liberalizará ampliamente el comercio de bienes. En concreto, el Mercosur liberalizará completamente el 91% de sus importaciones desde la UE durante un período de transición de hasta 10 años para la mayoría de los productos. Adicionalmente, para el caso de productos particularmente “sensibles” para el Mercosur, se realizará una liberalización algo más prolongada, que podrá llevar hasta 15 años (con esto, el Mercosur liberalizará completamente el 91% y 95% de líneas arancelarias de la UE, en sus respectivos plazos). Por su parte, la UE liberalizará el 92% de sus importaciones desde Mercosur durante un período de transición de hasta 10 años.
- En el caso de los bienes industriales, el Mercosur eliminará por completo los aranceles en sectores particularmente sensibles para la UE (como es el caso de los automóviles, las autopartes, maquinaria, productos químicos y farmacéuticos), mientras que la UE eliminará los aranceles sobre la totalidad de los bienes industriales durante un período de transición de hasta 10 años.
- En lo que refiere a los bienes agrícolas, se eliminará gradualmente la carga de aranceles sobre el 93% de las líneas arancelarias relativas a las exportaciones agroalimentarias de la UE (un 95% del valor de exportación de los productos agrícolas de la UE). En contrapartida, la UE eliminará aranceles sobre el 82% de las importaciones agrícolas, quedando el resto de las importaciones sujetas a compromisos de liberalización parcial incluyendo cuotas para productos más “sensibles”. A modo de ejemplo, se establece una cuota de 99 mil toneladas para la carne vacuna para el total del Mercosur (con un arancel de ingreso a la UE del 7,5%). A pesar de lo anterior, cabe notar que todas las exportaciones que ya se vienen haciendo con la “cuota Hilton” (carne de alta calidad) estarán exentos de aranceles (en el caso uruguayo, actualmente la “cuota Hilton” es de 6.370 toneladas). Por su parte, se establece una cuota de entrada de 60 mil toneladas para el arroz, a introducirse gradualmente en un plazo de seis años.
- Próximas etapas y plazos estimados. En relación a los plazos de implementación, puede argumentarse que la entrada en vigencia del acuerdo demorará no menos de dos años. En este sentido, resta realizar una revisión legal de estilo para ser firmado y remitido a estudio y aprobación de los respectivos parlamentos. Ello dará lugar a definiciones más concretas en varios capítulos y, eventualmente, a cambios respecto a aspectos específicos de los acuerdos generales alcanzados en esta instancia.
- Algunas reflexiones preliminares. En primer lugar, un país de las dimensiones de Uruguay tiene mucho más para ganar que para perder con la firma del acuerdo. De hecho, es parte de lo que Uruguay reclamaba hace tiempo y se encuentra vinculado a una agenda de apertura comercial que el país requiere para hacer sostenible el crecimiento. En el caso de Argentina y Brasil, los efectos generales resultan más difusos, motivo por el cual es esperable cierta resistencia y reacciones negativas desde algunos sectores de la economía y el espectro político. En segundo lugar, puede afirmarse que las industrias manufactureras maduras del Mercosur son las que (a priori) tienen menos oportunidades de beneficiarse a raíz del acuerdo. Entre ellas pueden mencionarse las industrias textiles, plásticos, automotriz, autopartes metalúrgicos y químicos (principalmente localizadas en Argentina y Brasil). En tercer lugar, las actividades agroexportadoras en general y en particular la carne, el arroz, los cueros y otros deberían verse beneficiados por recortes de aranceles y aumentos de cuotas y posiblemente simplificación de normas paraarancelarias (fitosanitarias, etc.). De todos modos, es poco lo que se conoce todavía sobre cronogramas y detalles de cambios previstos. En relación a los lácteos, el tema central que han sido las reglas de origen, no se conocen mayores detalles todavía. En cuarto lugar, el acuerdo no parece tener mayores avances en materia de propiedad intelectual, en particular en lo que respecta a la aceleración y coordinación de los procesos de obtención de patentes en los países del MERCOSUR. En el caso de Uruguay, este es un tema relevante para la industria farmacéutica. En quinto lugar, en el caso de la industria automotriz, los aranceles fijados por el MERCOSUR son de 35% para automóviles y entre 14 y 18% para autopartes. Estos serían removidos, pero se desconoce todavía el cronograma detallado acordado. Sin embargo, sí se sabe que para los vehículos de pasajeros la plena liberalización abarcaría un período de 15 años con 7 años de gracia. En otras palabras, las industrias del Mercosur van a tener tiempo para adaptarse. Naturalmente, esto es relevante sobre todo para los mercados de Argentina y Brasil. Por último, el acuerdo alcanzado podría suponer nuevas oportunidades para el bloque regional, dado que genera incentivos para que otros países y bloques busquen acuerdos en el futuro.