Insertado en una región que se desacelera y se protege, Uruguay deberá enfrentarse a los efectos de las políticas intervencionistas de Argentina y Brasil y aprender a convivir con estas medidas que, según el análisis expuesto por los economistas Gabriel Oddone y Alfonso Capurro en la reunión del Servicio de Análisis y Pronósticos Macroeconómicos del mes de marzo de 2012, es una tendencia que vino para quedarse.

Ante la consolidación del consenso de que el Mercosur dejó de ser la vía para salir al mundo, Oddone señaló que el país necesita una inserción internacional renovada que sirva de complemento, negociando permisos en la región ? especialmente con Brasil ?, procurando llegar a acuerdos con terceros socios e intentando integrarse a clubes internacionales.

En materia inflacionaria, Oddone llamó la atención sobre el crecimiento con pleno empleo, que presiona los salarios y empuja la inflación por encima del 7,5%, muy lejos de la meta fijada por el BCU (4% a 6%).

Esta inflación desalineada limita el margen de maniobra de las autoridades en un contexto en el que Brasil relaja su política monetaria y toma medidas para intentar depreciar su moneda. Uruguay tendrá dificultades para seguir a Brasil en este tipo de iniciativas, por lo que existe riesgo de sufrir un desalineamiento cambiario con respecto a nuestro principal socio comercial.

En definitiva, aunque el 2012 promete ser un buen año para Uruguay, los economistas proyectan una desaceleración del crecimiento: Uruguay crecería en torno al 4,3%, casi dos puntos menos que en 2011. Esta estimación podría verse afectada por las medidas proteccionistas regionales y un menor crecimiento del proyectado para nuestros principales socios comerciales, Brasil y Argentina.