CPA FERRERE
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Ser chico conspira contra crecimiento de Uruguay

Una economía pequeña, exportadora de productos escasamente diferenciables de origen agrícola y que no está integrada plenamente a una zona geográfica próspera, tiene escasas posibilidades de crecer a tasas altas por períodos prolongados. De hecho, esa es la historia de las últimas décadas de Uruguay y también la de otros países de similares características.

Eso plantea el economista y doctor en historia económica Gabriel Oddone en un ensayo publicado en el libro ?La aventura uruguaya? recientemente editado.

¿Por qué se ha generado en Uruguay un ambiente poco propicio para la inversión, la innovación y el desarrollo tecnológico, que son ? según la teoría económica y la evidencia empírica ? los factores determinantes en el crecimiento de largo plazo de los países? Su tesis es que la respuesta está en tres factores: primero, el tamaño de la economía uruguaya es probablemente ?subóptimo para, en un mundo donde las industrias que más crecen basan su éxito en las economías de escala, hacer sostenible el crecimiento?.

Segundo, y vinculado con lo anterior, la plena integración al mundo ?es crítica? para un país de las dimensiones de Uruguay. Pero lo cierto es que si bien la economía del país es abierta desde mediados de los setenta, la inserción externa continúa siendo ?extraordinariamente frágil? por ser proveedora de productos cuyos precios, condiciones de transacción y acceso, son muy cambiantes.

Esas dos razones derivan en la tercera: la ?calidad de la política económica se vuelve un factor crítico para alentar un clima de estabilidad y previsibilidad que aliente la inversión en capital físico y humano y que promueva la innovación?. Pero ?existe evidencia que muestra que en buena parte del siglo XX la política económica fue ineficaz? para favorecer el crecimiento.

Oddone se explaya sobre el primero de esos puntos: el tamaño de la economía como restricción al crecimiento de largo plazo.

Según la literatura económica, la mayor dimensión de un mercado favorece la especialización de los agentes económicos, permite aprovechar mejor las ventajas que se derivan de los rendimientos crecientes de las actividades productivas y permite explotar las economías de escala en la previsión de bienes públicos, lo que contribuye a disminuir la presión fiscal.

Sin embargo, señala que paradójicamente, entre los diez países con mayor ingreso por persona del mundo figuran cuatro estados nacionales ? Qatar, Noruega, Singapur y Kuwait ? cuya población podría considerarse comparativamente pequeña (menos de cinco millones de habitantes). Según Oddone, eso no contradice la hipótesis de que al menos parcialmente el reducido tamaño de la economía de Uruguay incide sobre su bajo crecimiento ya que ninguno de esos cuatro países es un exportador neto de alimentos y materias primas de origen agrícola, y Singapur está inserto en una zona económica próspera con acceso a mercados muy dinámicos.

Por tanto -?afirma -, el ?magro crecimiento? de Uruguay sería el resultado de la combinación de una inserción externa ?frágil como proveedor de productos escasamente diferenciados; no estar intensamente integrado a una zona económicamente próspera y estable capaz de alentar la división del trabajo y la especialización; y una dimensión subóptima de su economía que lo llevaría a no poder aprovechar las ventajas para crecer derivadas del tamaño?.

¿Qué tan pequeño?

Para el economista, ?la relación entre tamaño y crecimiento es no lineal? y habría umbrales de dimensión de la economía por debajo de los cuales este factor se vuelve significativo para explicar el crecimiento.

Oddone analiza el comportamiento económico de diez países con menos de cinco millones de habitantes en la actualidad. Y constata que entre 1950 y 2008 solamente Irlanda, Noruega y Panamá crecieron más que los países industrializados, pero en el caso de los dos primeros asocia eso al probable empuje del hecho de ser vecinos o miembros plenos de la Unión Europea (además de que no son exportadores netos de productos agrícolas). El otro, Panamá, posee una ventaja de localización que resulta decisiva para su crecimiento económico, explica.

Apertura

Sobre la apertura comercial al mundo, señala que de la historia de Uruguay emerge un ?dilema entre acelerar la tasa del crecimiento tendencial del Producto Bruto Interno y reducir su volatilidad cíclica? debido a que ?la apertura expone a la economía a choques externos severos derivados de alteraciones pronunciadas de los términos de intercambio, cortes abruptos de financiamiento o cambios repentinos del costo del capital?.

Para Oddone, la estrategia de inserción externa ?debe tener en cuenta que es probable que por un período prolongado, Uruguay siga transitando por un delicado equilibrio. Dicho equilibrio es el resultado de balancear el riesgo de exponerse excesivamente a una región históricamente inestable, con los asociados a quedar a merced de la trayectoria de unos precios de exportación muy volátiles y sobre los que la producción doméstica tiene influencia nula?. Respecto al vínculo de Uruguay con Argentina y Brasil, Oddone afirma que hay razones geográficas, de especialización productiva y de la propia estructura de intercambio internacional que lo hacen ineludible.

Nota publicada en semanario Búsqueda en edición del día Jueves 18 de agosto de 2011, página 22.